Noviembre:
Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo Jehová.
Isaías 51:12
Esperar en Dios: un ejercicio de fe y confianza
Parece que hay en nosotros algo que nos impulsa a actuar de forma inmediata, como si la pausa fuera una amenaza. Sin embargo, por más que tomar decisiones y actuar sean partes esenciales de la vida, saber esperar también es fundamental. Es en ese intervalo entre el impulso y la acción donde maduran las decisiones más sabias y los resultados más duraderos.
¿Mujer, dónde están tus acusadores?
Vivimos en la era de la informatización, un tiempo en el que cada generación se enfrenta a nuevos desafíos, cuestionamientos y, sobre todo, a una búsqueda interior por encontrar la mejor manera de vivir: qué decisiones tomar, cómo actuar y, en definitiva, cómo vivir bien. Nos enfrentamos a preguntas que parecen no tener respuestas. La buena noticia es que, sin importar la época que atravesemos, Dios ha preservado su Palabra, la Sagrada Biblia, como guía segura para nuestras vidas.
La Biblia nos enseña que aquello que más tememos puede, en muchas ocasiones, terminar haciéndose realidad: “lo que temía me sobrevino” (Job 3:25). El miedo, cuando domina el corazón, puede colocarnos en situaciones de vulnerabilidad, ya sea ante la posibilidad de perder a un ser querido, enfrentar la pérdida del empleo o atravesar dificultades de distinta índole.
No Mires Hacia Atrás: Uma Reflexión Sobre la Fe, la Obediencia y las Promesas
Mientras veía la serie Génesis* com mi familia, uma escena llamó profundamente mi atención: la destrucción de Sodoma. Em medio de este episodio tan conocido, podemos extraer uma poderosa lección que sigue resonando hasta hoy — y que vale la pena meditar com atención.
Firme en las promesas de Jesús
Por más hermoso que sea nuestro caminar con Jesús, hay momentos en los que podemos sentirnos desanimados. Ya sea por situaciones cotidianas, por adversidades en el ministerio, por problemas de salud o financieros, o incluso por una apatía que no sabemos explicar. Pero, sin importar el escenario, siempre es alentador volver la mirada a lo que la Palabra de Dios ya ha dicho sobre nosotros. Recordar sus promesas nos da fuerzas para seguir adelante.