Versículo del mes - Agosto

“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”.

Isaías 41:10

No Mires Hacia Atrás: Uma Reflexión Sobre la Fe, la Obediencia y las Promesas

*Serie Génesis:

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https://seriesbiblicas.net/

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Mientras veía la serie Génesis* com mi familia, uma escena llamó profundamente mi atención: la destrucción de Sodoma. Em medio de este episodio tan conocido, podemos extraer uma poderosa lección que sigue resonando hasta hoy — y que vale la pena meditar com atención.

La Orden de los Ángeles: No Mires Hacia Atrás

Cuando los ángeles llegaron hasta Lot, advirtiéndole que Sodoma sería destruida, dieron uma instrucción clara a su familia:

“No miren hacia atrás.”

La ciudad estaba sumida en el pecado. Sus abominaciones habían llegado hasta el cielo, y Dios decidió destruirla. Aún así, por la intercesión de Abraham, el Señor envió ángeles para salvar a Lot y a los suyos. Pero incluso ante la urgencia y la advertencia celestial, algo muy humano ocurre: la esposa de Lot mira hacia atrás — y se convierte em uma estatua de sal.

¿Por Qué Es Tan Difícil No Mirar Atrás?

Piénsalo conmigo: estaban dejando atrás toda uma vida. Casa, bienes, comodidad e incluso cierta posición em la ciudad. Era tentador mirar. Tal vez para comprobar si la destrucción era real, o tal vez por apego a lo que quedaba atrás.

Pero la orden era clara. Y desobedecerla tuvo um alto precio.

¿Cuántas veces em nuestra propia vida miramos hacia atrás? Ya sea por nostalgia, inseguridad o falta de fe, terminamos volviéndonos a lo que Dios ya nos mandó dejar. Y com eso, detenemos nuestro caminar y podemos retrasar las promesas que aún están por cumplirse.

Mira Fijamente a Jesús

La Biblia nos dice:

“Mantengamos fija la mirada en Jesús, pues de él viene nuestra fe y él es quien la perfecciona.” (Hebreos 12:2)

Observa que hay uma conexión entre esta exhortación y la orden dada a Lot: mientras uma nos dice que no miremos atrás, la outra nos llama a mirar com firmeza hacia adelante — hacia Cristo.

En la jornada de la fe, es esencial elegir bien la dirección de nuestra mirada.

Promesas y Mandamientos: Siguen Vigentes Hoy

La Palabra de Dios está llena de promesas, mandamientos, estatutos y leyes. No son solo obligaciones; también son garantías de um futuro bendecido. Pero para vivirlas, necesitamos caminar por fe — incluso cuando el panorama parezca desfavorable.

¿Cuántas veces la realidad contradice lo que Dios ya há dicho sobre ti?

Esse es el momento de ser probado, y también de permanecer firme. Recuerda: Dios es fiel para cumplir todo lo que há prometido.

Si no recuerdas ninguna promesa específica, búscala em la Palabra de Dios. Allí están, y también son para ti. ¡Tómalas y confía!

No Camines Solo: El Espíritu Santo es Tu Ayuda

Nadie dijo que sería fácil obedecer, dejar el pasado o seguir adelante com firmeza. Pero Dios no nos dejó solos. Tenemos al Espíritu Santo, nuestro consolador y ayudador, quien nos fortalece para vivir lo que la Palabra ordena.

Él nos enseña, nos corrige y nos levanta cuando caemos. Com Él, podemos avanzar com seguridad — aunque el camino sea desafiante.

Conclusión: Vale la Pena Mirar Hacia Adelante

No vale la pena mirar atrás.

No vale la pena quedarse em um lugar donde Dios ya no está.

Vale la pena mirar fijamente a Jesús y seguir caminando por fe junto a Él.

Que esta reflexión toque tu corazón y renueve tu confianza em las promesas de Dios.

Que no te aferres a lo que quedó atrás, sino que te lances com valentía hacia lo que está por venir.

Que Dios te bendiga y te guarde, em el nombre de Jesús.

Un abrazo,

Priscila Leal

FIRME EN LAS PROMESAS DE JESÚS

Por más hermoso que sea nuestro caminar con Jesús, hay momentos en los que podemos sentirnos desanimados. Ya sea por situaciones cotidianas, por adversidades en el ministerio, por problemas de salud o financieros, o incluso por una apatía que no sabemos explicar. Pero, sin importar el escenario, siempre es alentador volver la mirada a lo que la Palabra de Dios ya ha dicho sobre nosotros. Recordar sus promesas nos da fuerzas para seguir adelante.

Hace unos días, mientras meditaba en la Palabra, me encontré con este versículo que tocó profundamente mi corazón:

“Escúchenme, descendientes de Jacob, todos los que permanecen en Israel. Los he protegido desde que nacieron; así es, los he cuidado desde antes de nacer. Yo seré su Dios durante toda su vida, hasta que tengan canas por la edad. Yo los hice y cuidaré de ustedes; yo los sostendré y los salvaré. ¿Con quién me compararán? ¿Quién es igual que yo?” (Isaías 46:3-5)

¡Qué maravilloso es saber que Dios nos ha protegido desde antes de nacer! Aún más impactante es entender que el mismo Creador de los cielos y de la tierra nos dice personalmente: “Yo seré tu Dios durante toda tu vida."

¿Te das cuenta de lo profundo de esta afirmación? El Dios eterno, fiel y todopoderoso, promete estar contigo en cada etapa de tu vida. Y lo reafirma con su carácter inmutable.

“Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no lo hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?” (Números 23:19)

Que esta verdad te fortalezca hoy. Que el Dios de Abraham te impulse a volver tus ojos a Su Palabra, a aferrarte a ella con fe y a seguir caminando con esperanza, sabiendo que Él cumple todo lo que promete.

Un abrazo,

Priscila Leal